Co I, mi amiga de Shanghai

Cuando nos apuntamos a la aventura de Shanghai sabíamos que había excursiones. Al menos un día a la semana tendríamos un guía que nos llevaría a lugares importantes de la ciudad y esta semana pensábamos que no habría excursión porque nuestra guía nos dijo que no tenía tiempo, pero rápidamente nos buscaron otra que a las 10 de la mañana ya nos estaba llamando por teléfono porque llegábamos tarde, aunque lo cierto es que no teníamos constancia de que iba a venir.
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Pero allí estaban Liu Yun y su amiga Co I que fueron nuestras guías exclusivas todo el día. Con ellas practicamos chino, ingles y nos fuimos de museos, galerías y detalles de la vida de Shanghai.
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La primera parada fue en el museo de Shanghai, que ya habíamos visitado pero sólo por fuera. Entrar dentro fue espectacular, y queda la anécdota de que el vigilante de la entrada me hizo probar la botella de agua que llevaba medio vacía en la mochila para comprobar que no era tóxica.
Empezamos por la primera planta. Campanas y Cerámica.
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El Museo es inmenso, son tres plantas repletas de arte e historia, aunque parte la tienen los británicos, que en su Museo tienen muchas cosas que no les pertenecen siempre con la excusa de "Si no lo hubiésemos salvado no existiría". Bien, vale... Mirad cómo es el museo por dentro porque tiene hasta la réplica de un taller de cerámica.
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De la Cerámica, pasamos a la Caligrafía.
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Y de la caligrafía a las estatuas. Pequeñas, medianas o grandes, incluyendo nuestro paseo por la galería dedicada a los sellos.
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Aún nos quedaba otra planta, la de las minorías étnicas, dónde los MIAO, la etnia de Mei Mei, brilla por si sola gracias a sus tejidos, ornamentación y vestuario.
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Al salir del museo, nos hicimos fotos con Co I y con Lin Yun, que son encantadoras y que antes de llevarnos a comer al Coreano, donde eligieron cosas maravillosas, prometieron llevarnos a una galería de arte contemporáneo. Al ser ellas las que iban a pedir la comida descubrimos unos riquisimos bollitos de calabaza, arroz con pescado o unos chipirones que picaban lo suyo pero que estaban ricos ricos. 
En cuanto a la bebida, Lin Yun escogió un te coreano de limón riquísimo.
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Después de comer fuimos a una galería de Arte Contemporáneo. Para llegar había que pasar por un parque que merece un post a parte por lo que allí se hace. Pero nos centramos en la galería que tenía obras muy bonitas (hen piào liang - 很漂亮
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Terminamos nuestras visitas a eso de las 18h, tiempo en el que en China, se empieza a cenar aunque nosotros apuramos hasta las 20h. El domingo tocó puesto de calle, unas hamburguesas deliciosas.
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