El espíritu de la pintura. Cai Guo-Qiang en el Prado

El pasado mes de noviembre nos escapamos unos días a Madrid. Había muchas cosas que queríamos hacer y entre ellas hicímos una escapada al Museo del Prado con un objetivo concreto: Visitar la exposición del artista chino Cai Guo - Qiang (蔡国强). Hacía ya unos meses que se había anunciado que El Prado acogería la obra de este artista, de hecho su anuncio fue uno de los últimos pasos que Miguel Zugaza dio como director del museo.
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Ya había visto la obra de Guo-Qiang hace unos años, en Bilbao. Entonces me sorprendió gratamente con quiero creer, y me gustó especialmente su recreación de los habitantes de un pueblo hechos todos de arcilla que se iban deshaciendo a medida que pasaba el tiempo. 
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Recuerdo lo que brillaban los ojos de cristal de aquellas figuras y lo que me hicieron pensar durante días. La exposición se titulaba "Quiero Creer" y la pólvora no estaba tan presente como en las obras que se exponen estos días en el Prado, pero si que despertó mi curiosidad y más sabiendo que Cai Guo-Qiang es el creador del fantástico espectáculo pirotécnico que se pudo ver en 2008, hace ya 10 años durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing.

El espectáculo pirotécnico corrió de cuenta de Cai Guo Qian. El mundo entero fue testigo de cómo se cumplía la siguiente afirmación “¿Por qué es tan importante que estas explosiones violentas resulten hermosas? Porque el artista, como el alquimista, tiene que transformar ciertas energías, usando polvo para obtener oro”.
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En total son 27 pinturas hechas con pólvora, ocho de las cuales se crearon en el Salón de Reinos y cuya elaboración quedó grabada en un documental filmado por Isabel Coixet. Se trata de una muestra creada in situ para la pinacoteca madrileña y es la primera exposición monográfica centrada en la pintura desde hace más de 30 años. El propio Guo-Qiang dice que la obra surge del continuo intercambio del artista con la figura y la espiritualidad del Greco y su obra, planteando también el diálogo con los principales maestros cuyas obras cuelgan en las paredes del museo.
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Durante la creación de la obra para el Prado, en el Salón de Reinos el pasado mes de septiembre, el propio Cai expuso la importancia que suponía para él crear sus lienzos en esa estancia, donde pintores como Goya, Velázquez, Rubens o Tiziano crearon sus obras y que posteriormente fue Museo del Ejercito, por lo que en palabras del artista la pólvora ha vuelto a la estancia.
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En el lienzo gigante creado para la ocasión, de 18 metros de largo, se pueden localizar pequeños guiños a los grandes maestros del Prado, con una imagen central de Velázquez fácilmente reconocida por ser el autorretrato del pintor que se localiza en la conocida obra Las Meninas.
Cai Guo Qian experimenta con la pólvora y su trabajo ha quedado reflejado no sólo en el documental que ha realizado Isabel Coixet, también en Una escalera al cielo, el arte de Cai Guo Qiang, que se puede visionar en Netflix y que se centra en la vida y las fantásticas obras de este artista.
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Cai Guo Qian nació en Quanzhou, en la provincia de Fujian. Estudió escenografía en la Academia de Teatro de Shanghái y su trabajo se basa en mezclar diversos métodos de arte, incluyendo dibujo, video, escultura y arte interpretativo.
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A sus 60 años y con varios reconocimientos a sus espaldas, Cai Guo Qian reside y trabaja en Nueva York, pero sigue muy ligado a su país, donde tiene un taller con el que experimen-ta y hace diversas creaciones con pólvora, que a fin de cuen-tas es uno de sus elementos predilectos a la hora de crear.
Cai descubrió el arte de trabajar con la pólvora mientras vivía en Japón, entre 1986 y 1995, y desde entonces experimenta con explosivos creando obras de arte a escala masiva y efímera.
El artista dibuja siguiendo la filosofía oriental y posterior-mente, empleando la pólvora crea obras efímeras si las hace al aire libre o de grandes dimensiones como los lienzos que ha creado para el Museo del Prado.
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