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Mostrando entradas de agosto, 2013

No me llamen Nai Nai, llámenme Louis Vuitton

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Martes, 7:30 de la mañana y suena el despertador. Lo primero es mirar por la ventana porque después de la jornada lluviosa del día anterior ansiaba ver el suelo seco, pero no sólo vi eso. El horizonte limpio, sin nubes y con el sol brillando ya desde la mañana, hay que tener en cuenta que aquí amanece hacia las 4:30. . . Menuda diferencia ¿eh? se ve el hutong, la Ciudad Prohibida y a lo lejos Beihai Park. Ducha de rigor y a las ocho desayuno, el menú era el mismo que el del día anterior por eso hoy no hay foto. Tras el desayuno subimos a por los libro y a clase. Se puede ir por la calle grande o por el hutong, os adjunto el mapa. - - En el segundo día de clase, sin lluvia que impida la visión del camino a la escuela, demuestra que estamos rodeados de pequeños puestos de comida donde comprar melón o un baozi, y también de pequeños puestos de souvenirs. - La profesora nos mete caña, pero lo cierto es que con ella aprendemos mucho aunque de vez en cuando nos mezcla el

¿La guiri de rosa bajo la lluvia? Esa soy yo

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En Beijing también llueve, como en todas partes, pero lo cierto es que parece que lo hace como si no hubiese un mañana. Cuando salí la noche anterior a dar una vuelta e intentar localizar la escuela empezaba a caer una lluvia fina que se podía confundir con humedad pero eso sólo era el anuncio de la tormenta que estaba por llegar. Ingenua de mí volví a venirme sin un paraguas en la maleta y eso es de primera necesidad cuando caé como caé. Asimilado ya que necesitaría comprarme un paraguas salí de la habitación en torno a las 8 de la mañana con la idea de llegar bien de tiempo a la escuela por si me perdía, pero primero paso por el restaurante a desayunar. El desayuno es buffet libre y el restaurante es un claro homenaje a la ópera de Pekín ( Jīngjù / 京剧 ) con cuatro máscaras gigantes mirándote desde lo alto. Sentada sóla en una de las mesas redondas del restaurante desayuno pan chino, fiedos, zumo de naranja, café con yogur líquido típico de aquí y en honor a Mei, maíz, que se

Primera toma de contacto. ¡Vivo en un hutong!

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Llegue a Beijing a las 5:18 y tras recoger la maleta tocaba pasar por la aduana y al salir de la terminal buscar el Transfer que me llevaría hasta el hotel. Tenía un poco de miedo después de la experiencia de Londres, cuando el transfer llegó dos horas tarde, pero no, al final de la fila había un hombre delgado y bajito con mi nombre bien puesto por primera vez. Desde que iba al colegio siempre ha existido alguna persona que me ha cambiado el nombre o que incluso me ha acusado de no saber escribirlo bien y va este buen hombre y lo pone bien y a mano. - - Al presentarnos me tomó las maletas y me saludó en inglés pero al responderle yo en chino se le cambió la cara y me preguntó por qué hablaba chino. Le conté mi historia, le hablé de Mei y aunque a veces me atrancaba el me animaba y no paraba de decirme  Hěn hǎo 很好 (muy bien). Y ya para terminar de ganarme, al entrar en el coche me dio un botellín de agua por lo que en ese momento se convirtió en mi héroe, aunque sólo temporal