Amsterdam - Shanghai
El despegue desde Bilbao estuvo marcado por las turbulencias, el aterrizaje en Amsterdam fue perfecto, ni siquiera notamos que el avión tomaba tierra, aún así llegábamos con 40 minutos de retraso por lo que los miembros de la tripulación alertó de que algunos pasajeros habían perdido sus conexiones, que a otros les esperaban y que los había con suerte, como yo, que llegábamos bien aunque sería necesario darse algo de prisa, o lo que es lo mismo correr por el aeropuerto. Después de mis dos últimas experiencias, creo que si Carreras por Aeropuertos fuese disciplina olímpica podría presentarme y no quedaría mal. Diploma olímpico seguro que me llevaba. - Al llegar al control de pasaportes, un oficial grande y barbudo me dice en perfecto castellano "Buenas tardes, gracias y Feliz vuelo". Miro su chapa y se llama ¡Manuel!. Tengo que encontrar la puerta F6 que está a 10 minutos andando por el aeropuerto, un aeropuerto en obras y plagado de carteles que apuntan a muchos siti