谢谢第一拥抱 - Gracias First Hughs


En septiembre de 2011, cuando Mei ya llevaba un año con nosotros, nuestros padres decidieron dar un paso importante: buscar a su familia. Desde que le fue posible, Mei nos habló de una abuela, un hermano mayor, un hermano pequeño, una hermana, sus amigas...
Nos contaba todo lo que recordaba y sentíamos que era una pieza de su puzle que había que completar.


En un país tan grande como China nuestra única pista era la del Orfanato de Dianjiang, donde Mei pasó algunos meses, pero no recibíamos respuesta. Puede que enviasemos las cartas o el mail a la dirección incorrecta, aunque tal vez nuestros mensajes llegaron pero no quisieron o no pudieron ser contestados. Sea como fuere no tengo una madre que se rinda fácilmente precisamente y estuvo insistiendo en que buscásemos un hilo del que tirar, y ese hilo llegó la noche del 13 de septiembre de 2011.

Aquel día estaba trasteando por internet cuando encontré una web de un proyecto americano llamado Dianjiang Kids que había trabajado en aquel orfanato, "casa grande" como Mei lo llamaba. Había un formulario de contacto y como el No ya lo tenía me lancé a mandar unas líneas. No os engaño cuando digo que pensé que no me iban a contestar, de hecho no dije nada a mis padres por si nos llevábamos una decepción, pero dos horas más tarde alguien desde Denver, Colorado, me envió un emotivo e-mail en el que me pedía por favor que le confirmase que mi hermana era la pequeña con que ella había estado apenas un año antes y a la que había perdido la pista. Le dije que sí y le mande una foto, ella hizo lo propio con otras tantas que tenía de los primeros años de Mei y así conocí a Moya.

En casa celebramos haber encontrado ese vínculo con Dianjiang, y lo más importante conseguimos una imagen de Pópo, aquella abuela de la que Mei no dejaba de hablarnos sin parar. Llegaron los intercambios de correos, el esperado Skype, las lágrimas y la emoción a ambos lados de la pantalla, los recuerdos que Mei y ella compartían...
Hace cuatro años, cuando algunas cosas en mi vida se torcieron, conocí de primera mano el trabajo de su asociación. Viajé hasta Henan, me presentó a Krista y a Cathy y me permitieron pasar dos semanas increíbles rodeada de personitas que esperaban a su familia.

El contacto entre nosotros nunca ha cesado. Hemos trabajado por el bien de los niños y hemos sabido de su vida una vez salidos del orfanato. Desde la distancia de nuestro otro lado del mundo hemos visto como Dianjiang Kids, que primero fue Gracie´s Room, se transformaba en First Hughs y se mudaba de Dianjiang (Chongqing) a Xinxiang (Henan) y después a XuChang (Henan).

Hemos reído y llorado, hemos despedido para siempre a peques que han surcado el firmamento montados en sus dragones tras duras batallas y también nos hemos llevado gratas sorpresas. Pero la pasada semana, de repente, Moya colgó en las diferentes redes sociales de First Hughs una carta de despedida.
Después de 13 años realizando una labor encomiable, formando cuidadoras para facilitar la vida de los niños y haciendo un trabajo maravilloso, anunció que First Hughs cerraba sus puertas.

China está cambiando tan rápido como cambiaba de rostro el anciano protagonista de la película "El rey de las máscaras". También están evolucionando las normas y políticas en la adopción intencional y esto ha obligado a tomar una decisión que de seguro no habrá sido nada fácil.
Durante estos 13 años han conocido a cientos de niños que ahora sonríen y son felices. Saben que las ayi con las que han trabajado seguirán su labor en los orfanatos a los que, por el momento no pueden volver. Terminan su carta dando las gracias a todos los que hemos ayudado, dicen que hemos marcado la diferencia, pero ellas la marcaron primero y por eso merecen todo nuestro cariño, agradecimiento y respeto.

谢谢第一拥抱

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