#Coronavirus 3
¡Qué lejos lo teníamos en febrero! Nos creíamos superiores, pensábamos que el Covid19 no osaría acercarse a nuestras perfectas vidas, pero el Coronavirus ha llegado y ha trastocado nuestro castillo de naipes. Ha demostrado que no entiende de razas, ni fronteras y nos ha dado una bofetada de realidad. El virus nos ha aislado en casa. Hemos pasado de los quince días sin clase de Mei, con enseñanza via online, al cierre de negocios o las estrictas medidas de seguridad para salir a hacer la compra, ir a la farmacia o sacar la basura. Nuestra casa se ha convertido en nuestra fortaleza, de la que no salimos a menos que sea estrictamente necesario. La sala de estar y la cocina tienen nuevos cometidos y funcionan como un aula escolar o un espacio enorme en el que desperdigar los libros y documentos de una tesis en proceso y tenemos un dormitorio convertido en una oficina con teléfonos y multipantallas incluidas consecuencia del “teletrabajo”. Por suerte, tenemos jardín. Podemos